Cada día es un andar y en ese andar nos convertimos en buscadores de herramientas que sanen el alma, y una vez que iniciamos el camino es muy dificil mirar atras y devolverse, porque en el fondo sabemos que allá, de donde venimos, ya no hay un espacio para nosotros, lo cedimos a quien le correspondía y no queda otra opción que ocuparnos de lo nuestro.
Nuestra misión es mantener un espacio abierto para quien quiera trabajar lo suyo, con herramientas como el respeto y la honra, con la certeza de ser responsables de nuestras acciones.
Caminos hay muchos, La Ruta del Espiritu la eliges tú!
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